Es la condición médica en la que el hígado esta dañado permanentemente y evita que cumpla sus funciones normales, ya que genera múltiples cambios, teniendo como resultado várices esofágicas, las cuales requieren un diagnóstico y vigilancia endoscópica.

Algunas de las causas son el hígado graso, consumo abundante de alcohol, hepatitis C y B crónicas sin tratamiento.

Aumento anormal de las venas de alrededor del esófago, generalmente sin síntomas, sin embargo, cuando hay ruptura se presentan vómitos con sangre o heces de colora negra.

Esta enfermedad requiere un diagnóstico, seguimiento y tratamiento endoscópico.

Sucede cuando el contenido del estómago regresa al esófago, causando síntomas como acidez o sensación de ardor.

Cuando el reflujo es severo y cónico, se producen síntomas como tos crónica y lesiones en la mucosa que requieren una valoración endoscópica.

Es un término general para referirnos a la inflamación en la mucosa del estómago, que es ocasionada por el consumo de analgésicos de manera crónica, infección bacteriana por H. Pylori, por consumo de alcohol, entre otros.

Los síntomas son: dolor punzante, ardor en la boca del estómago, náuseas, vómitos, sensación de llenura durante la comida y en algunas ocasiones sangrado o úlceras gástricas.

Es la dificultad para “tragar” alimentos líquidos o sólidos.

Los síntomas son: dolor al tragar, imposibilidad de pasar los alimentos o líquidos, sensación de que la comida se atora en la garganta o el pecho, y la pérdida de peso.

Si estos síntomas son frecuentes, se requiere un estudio endoscópico para determinar la causa de este padecimiento.

Es cuando las venas del ano aumentan de tamaño o en la parte inferior o superior del recto se forman abultamientos.

Los principales síntomas son ardor, dolor, comezón y escaso sangrado con las heces.

Sin embargo, las hemorroides de gran tamaño o que presentan sangrado frecuente requieren tratamiento para eliminarlas.

Es cualquier sangrado del aparato digestivo humano, las causas más frecuentes son úlcera péptica, várices esofágicas, esofagitis severa, enfermedad diverticular, tumores y hemorroides.

Los síntomas pueden ser vómitos de sangre, heces negras y sangrado rectal.

Por lo tanto, se requiere de una endoscopia y/o colonoscopia para determinar el sitio de sangrado y tratamiento.

Es la formación de pequeñas bolsas o sacos en la pared del colon, que pueden localizarse en cualquier parte de el, sin embargo, en ocasiones se puede presentar sangrado.

Por lo tanto, se requerirá de una colonoscopia para determinar la causa y el sitio del sangrado.

Es un proceso inflamatorio crónico a nivel intestinal, en donde se identifican principalmente tres entidades, la Colitis Ulcerosa, Enfermedad de Crohn y la Colitis Indeterminada.

Los síntomas más frecuentes sin diarrea, sangrado rectal, dolor y cólicos abdominales, fatiga y pérdida de peso.

Para diagnosticar se requiere una colonoscopia con toma de biopsias para su evaluación y tratamiento.